viernes, 13 de junio de 2008

De los falsos ideales... y los falsos en general

Porque llevo toda una vida pensando que las ideas no se compran ni se venden, simplemente se sienten. Porque me han enseñado y demostrado que luchar por algo en lo que crees es sentirte útil, sentirte vivo. Porque creo que si defiendes algo que tú mismo traicionas por afán de poder, publicidad o protagonismo dejas de ser íntegro. Porque me hierve la sangre cuando veo a algún autoproclamado defensor de unas ideas pisarlas y denigrarlas sólo para hacerse notar, riéndose de todos aquellos que han luchado y luchan día a día por defenderlas.

Por eso… por eso estoy cabreada. Precisamente por eso.

1 comentario:

Diego dijo...

Ese es uno de los quebraderos de cabeza que nos trae a más de uno por el camino de la amargura...Defender algo, creer en alguien, y que luego de decepcione porque en realidad no es como pensabas que era o lo que opinaba o defendía....
Todo cambia, los tiempos, las personas y sus ideas...


Un saludo, Diego.