Hace cinco años, a esta misma hora me negaba lo innegable...
No hay día, sea once, sea marzo o sea abril, que no me acuerde de ti... Las lágrimas ya no son de rabia, ni de odio, ni de pena; son de falta...
No hay día, sea once, sea marzo o sea abril, que no me acuerde de ti... Las lágrimas ya no son de rabia, ni de odio, ni de pena; son de falta...
Nunca Álvaro, nunca nadie podrá borrarte, nunca nadie podrá olvidarte y nunca nadie te dejará solo. Cada día de mi vida recordaré tu risa y me recordará que te robaron tu futuro, pero con el mío, con el mío Álvaro no van a poder. Y mientras yo tenga futuro seguirás vivo a mi lado.
No quedan palabras, sólamente sentimientos...
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