No sé muy bien cuál es la palabra que debería definir mi opinión, así que intentaré explicarme. La verdad es que no entiendo nada. Cuando estableces un compromiso lo haces con todas las consecuencias, no para las que te interesan. Y visto así todo el mundo afirma rotundamente, pero no, al final establecemos nuestras normas morales volviendo a aquello de “haz lo que yo diga pero no lo que yo haga”.
Por eso mismo no me valen las palabras enormes que llenan bocas y los discursos altivos que dan lecciones; me valen los hechos. Y los hechos, por desgracia, brillan por su ausencia o destacan por su interés propio. No, a mi esto no me vale. Desde muy pequeña he tenido claro que todo tiene un sitio, un lugar y una forma y que no todo vale. Pero al parecer los valores son distintos en cada persona.
Por eso mismo no me valen las palabras enormes que llenan bocas y los discursos altivos que dan lecciones; me valen los hechos. Y los hechos, por desgracia, brillan por su ausencia o destacan por su interés propio. No, a mi esto no me vale. Desde muy pequeña he tenido claro que todo tiene un sitio, un lugar y una forma y que no todo vale. Pero al parecer los valores son distintos en cada persona.
En fin... qué razón, qué razón... “Hechos son amores y no buenas razones”.
1 comentario:
Es que muchos han olvidado que la razón no sólo está en el fondo, está también en la forma. Lo olvidamos a diario, de hecho.
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